La evolución del automóvil ha ido de la mano de la transformación social durante el último siglo, no siendo sólo un objeto tecnológico, sino que ha acabado integrándose en la vida de las personas aportando movilidad y diferenciación individual. De una forma recíproca, el usuario del automóvil también ha ido dejando su impronta en la evolución del automóvil reflejando gustos, necesidades, funcionalidad o eficiencia tecnológica. En definitiva, podemos considerar al automóvil como una muestra cultural más.
Las marcas de automóviles no son ajenas a esto y protejen su legado histórico y cultural, en muchos casos, con la creación de museos donde exponer sus modelos, desde los más antíguos hasta modernos prototipos. Los fabricantes, saben que proteger su historia y legado fortalece su imagen de marca, contando con el valor añadido que aprecian los clientes, al adquirir productos que cuentan con una larga tradición fabril, en muchos casos centenaria.
Es rara la marca que no tiene un museo dedicado a la historia y conservación de su patrimonio. Como mínimo, suelen tener algún departamento donde conservar y mantener los diversos modelos fabricados a lo largo del tiempo.
Por ejemplo, la marca SEAT dispone de un almacén, conocido como Nave A 122, donde guarda y mantiene sus modelos a la espera de tener un espacio para poder hacer una muestra permanente abierta al público.
Os dejo un reportaje realizado por el programa Fórmula Sexta (La Sexta).
Más cosas de la Nave A 122 de SEAT sacado de la web.
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